lunes, 3 de noviembre de 2008

Lo bueno, lo malo y lo inesperado

Antes de venir cuando hacía colas para trámites pensaba “deberían poner más gente”. Además me quedaba la sensación que todo era complicado por ejemplo si había que volver varias veces. Llegar a Canadá como dice Moni es nacer de nuevo porque hay muchos trámites y ahí vino lo bueno: si hay cola te dan un número y esperan sentados sino te dan una cita (y te llaman el día antes para recordarte ó envían una carta con la lista de documentos a presentar). Luego descubrimos que mucho se hace por teléfono y ahí viene lo malo: es difícil tratar con personas cara a cara. Por ejemplo cuando tuvimos dudas de un servicio partimos al local del centro pero allí nos explicaron que atención al cliente era sólo por teléfono, todavía me acuerdo el Gerente y su mano extendida con el tubo. Lógicamente en los lugares donde hay personas para atención al público siempre verán un cartel “No se tolera el mal trato hacia el personal” ¿Lo inesperado? Uno tiene más tiempo libre y en general reniega menos. Cuando me alejo un poco y miro todo desde afuera tengo la sensación que aquí alguien fue solucionando los problemas uno a la vez, tratando de simplificar todo y hacerlo práctico para todos.
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