martes, 21 de septiembre de 2010
Los modales de la vereda a la calle
El Viernes pasado volvía del trabajo por una de las rutas que atraviesa la ciudad y aunque había un tremendo embotellamiento (de esos que ven a los de la mano contraria y sus expresiones) pensé cuantos buenos hábitos adopté en este tiempo que llevo manejando en Montreal. Unos momentos atrás había desembocado de una calle de doble carril que se hace un solo carril al entrar a la ruta y por supuesto cada auto se intercala con el que viene al lado para así moverse entre todos más rápido, uno ve el ocasional desorientado que trata de ignorar esta simple cortesía PERO son los menos. Igual cuando cambio de carril… simplemente pongo el guiño y aunque este compacto el carril del lado rápidamente me ceden el lugar para que pueda pasar y por supuesto yo hago lo mismo… es verdaderamente contagioso. Noten también cuando doblan una esquina pero frenan porque justo esta cruzando un peatón y como les agradece con un gesto de la cabeza ó la mano porque a pesar que él tiene prioridad sabe que Uds. le tuvieron paciencia. Sé que todo esto no ocurre siempre PERO tampoco es la excepción y definitivamente es contagioso.