miércoles, 27 de enero de 2010
Las mil y una noches de invierno
Mientras escribo estas líneas afuera nieva muchísimo y por el ruido que hace el viento en las ventanas debe hacer bastante frío. Y la verdad que sin pasión ó prejuicio en Canadá hay que llevarse en buenos términos con la noche porque durante invierno hay mucha noche. Algunos prefieren volver a casa rápido porque tienen la sensación que se acabó el día y en realidad no, son sólo las 5 de la tarde. Otros organizan actividades al interior como natación ó se juntan a jugar al básquet (ó al badminton como me contó un compañero). A otros les tienta la tele, tienen canales por cable sobre decoración y remodelación de casas y de películas. Muchos estarán cenando temprano como es costumbre acá en uno de los tantos restaurantes del centro. Quizás puedan irse de una escapada a la biblioteca para sacar un par de libros así tienen para leer cuando viajen en el subte ó el colectivo. Otros aprovecharan para ir en auto al supermercado ó ayudarán a los hijos con los deberes del colegio. Como sea en noches como estas uno mira por la ventana, ve la nieve volar en todas las direcciones y rápidamente se pierde en algún genial recuerdo de la familia y los seres queridos. Mil y un recuerdos.